La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.
“ Es necesario que los intelectuales ejerciten el espíritu crítico para romper los monopolios de la verdad ”.
"Sólo una conciencia libre en la que sea posible encontrar algo más que los agobios de la realidad y la falsedad enmascarada, una conciencia que piense y sepa "querer", es el principio de donde arranca la creación de la persona, del ser humano. Y la democracia se hace con personas, no sólo con ciudadanos. Una conjunción saludable de lo público y lo privado, de lo universal y lo singular".
"El poder constituye un tremendo estigma, una especie de orgullo humano que necesita controlar la personalidad de otros. Es una condición antilógica que produce una sociedad enferma. La represión siempre produce el contragolpe de la rebelión. Desde que era niño sentí la necesidad de oponerme al poder, al bárbaro castigo por cosas sin importancia, cuyas razones nunca se manifiestan".
"Deberíamos enseñar a la gente a vivir como huéspedes. Hasta que los hombres y las mujeres no aprendamos a vivir como huéspedes unos de otros, el riesgo de guerra y autodestrucción es enorme. La mayoría de la gente quiere tener raíces, como los árboles. Yo quiero tener piernas, que me parecen más interesantes. Con las piernas puedes irte lejos, subir montañas, cruzar la Tierra... ".